"DESDE LA DEFINICIÒN DE ESPACIOS PÚBLICOS HASTA EL NOMBRE “PARQUE DE LA SALUD"
Pareciera más un capricho que una idea arquitectónica acabada, la remota idea de la alcaldía de Higüey de querer construir un proyecto posible en un espacio imposible, obviando como lo usual, la metodología técnica y científica, estudios de factibilidad, prudencia, consecuencias e impacto negativo directo que podría traer consigo el ya complacido antojo.
Y es que no existen las condiciones de función y espacio para concebir un proyecto que lleve el nombre de “ Parque de la salud “ en estos pocos metros de “isleta - jardín público”, tratándose cuando más del remozamiento de un espacio público, mercadeado a la ciudadanía con el nombre de una obsesión, cuyos fines propagandísticos buscan revitalizar la desgastada imagen y credibilidad de casi 20 ańos de gestión municipal consecutiva, en la víspera de unas elecciones que amenazan con vientos que les resoplan pocos favorables.
Definición e impacto del Proyecto.
No se le puede denominar “Parque de la salud” para un municipio de más de 400,000 habitantes, a una isleta de aprox. 2,500 metros cuadrados con forma de triángulo, acorralada en una de las principales vías de desahogo de la ciudad que la bordean hacia la dirección oeste, impactada por un alto volúmen de monóxido de carbono, cercanas estaciones de combustibles, bares y restaurantes, contaminación sònica, pésima condiciones de aceras y contenes del entorno inmediato en donde se puede visualizar el cúmulo de aguas negras estancadas, poca higiene y hasta unos que otros botaderos improvisados, y que no cuenta con la capacidad de concentrar 100 personas a la vez intentando ejercitarse, con unas 15 unidades de máquinas para ejercicios, en un proyecto cuyas instalaciones en general, carecen de una metodología e instrucciones para un uso adecuado y proporcional a una (X) cantidad de usuarios que pudieran concurrir a la vez.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxwK3YB9mPNMvsDUvQ3Jc9b8Pwb3nYZq4a4f2xqOOMXyHnVvVYnSzoEsWDVhcVVhAgIRNnmOLro1yP-HypTFvgqnzzIsS7IMnV6sA6yR1zfupyFwOX4HglWn6exfRGgBzatViy_9tGIgg/s320/WhatsApp+Image+2019-12-26+at+3.24.22+PM.jpeg)
Imágenes en las que se puede observar la situación de insalubridad, desterioro y falta de higiene en el que se encuentran las aceras y contenes del entorno inmediato al proyecto.
Además de que aún la alcaldía no logra distinguir lo que es un espacio público social de interacción humana, El hecho de que sea una superficie verde, rodeada de calles, “no significa que sea un espacio público de vocación cívica” es un espacio público simplemente porque tienes acceso a él, pero pierde la otra condición.
Es de esperarse el caos, desorden y arrabalizaciòn que impactará a esta zona de unos pocos metros y a su entorno inmediato, de difícil acceso, sin un programa de necesidades adecuado para su funcionamiento como: Parqueos, seguridad perimetral ( en este caso dado el estrecho margen y cercanía de las vías de circulación vehicular y el proyecto ) entre otras necesidades que demandaría un proyecto que pudiera llevar este nombre como por ejemplo:
- Una unidad de primeros auxilios.
- La obligatoriedad de constituirse desde su concepciòn y uso de este nombre, en un proyecto inclusivo para que personas con discapacidad puedan participar y hacer uso de las instalaciones.
Así como pudiéramos citar la intranquilidad que ha venido a sumar el proyecto al entorno inmediato que también se compone de una parte residencial.
Gestiòn municipal Higüey y arquitectura por encargo.
El predominio del poder por encima de la razón en materia arquitectónica y artística no es una cosa de ahora, gobernantes a lo largo de la historia han materializado y disfrazado sus gustos utilizando la arquitectura por encargo para imponer sellos en todo el mundo, como modo de legitimar el lucro como justificación de la obra, obtener provechos propagandisticos, y no por el rigor técnico profesional basado en las recomendaciones, estudios de campo, diagnóstico y estudio del emplazamiento del proyecto en cuestiòn, la métodología propia a agotar ante la Intervenciòn de cualquier espacio, cosa que debería primar por encima de cualquier interés particular cuando de obras de carácter público se trata. Higüey no es la excepción, la alcaldía cuenta con los medios necesarios para darle forma sin importar el criterio, a cada antojo o capricho que mueva el rebelde ímpetu y don de mando de sus ejecutivos.
La alcaldía y su responsabilidad en la salud social.
Hay que reconocer el rol que debe desempeńar la gobernanza local a travez de las alcaldías para fomentar la salud social, adhiriéndose a planes y programas de salud preventiva, así como creando las condiciones necesarias en materia de espacios públicos, en donde el ciudadano pueda ejercitarse dada la importancia que tiene la actividad física para la salud.
Pero una alcaldía más que esto, debe ser garante de una vida saludable, enfocando los indicadores de la salud en todas sus vertientes, esto se logra primero desde comenzar a crear una ciudad saludable, compuesta de comunidades saludables, en donde existan las disposiciones necesarias para invertir en educación a los munícipes, seguido de una eficiente recogida de la basura, zafacones públicos adecuados, eliminación de vertederos improvisados, aguas negras, caminos vecinales adecuados, regulación de terrenos baldíos, saneamiento de ríos, arroyos, cańadas y cualquier otro vector que contrarreste el poder lograr ambientes saludables, primero desde las comunidades, sin dejar de recordar que:
“Una vida sana requiere una ciudad sana, y una ciudad sana requiere de un ordenamiento urbano inteligente”.
Terreno baldío, Carretera Mella. Botadero improvisado, Plaza Barcelona. Parte del entorno inmediato del proyecto.
Condición actual de los
botaderos de la Alcaldía.
botaderos de la Alcaldía.
Carretera Mella.
Posible solución.
En lo inmediato, con tan solo cambiar el nombre al proyecto por “Espacios saludables“ podría trabajar en el subconsciente del ciudadano que maneja el término “Parque” ( abierto, vengan todos! ) y de hecho, continuar obligatoriamente y de emergencia la tipología del mismo en distintas zonas de la ciudad, se convertiría en un posible remedio al congestionamiento y caos que pudiera ocasionar “la emblemática hazańa”,
Pero a sabiendas de que no contamos con la cantidad de espacio público verde o recreativo por habitante que debería tener toda ciudad, (que por recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) debe ser entre 10 y 15 metros cuadrados por individuo ), dado que pocas urbanizaciones y barrios en Higüey cumplen con lo estipulado en la (Ley 675 sobre Urbanizaciones, Ornato Publico y construcciones) que en su artículo 1, numeral 6, letra (a) estipula : “El seis por ciento (6%) del área verde en los proyectos urbanos, si se entregan diseñados y ejecutados o un 8% si de entrega solamente acondicionados para su desarrollo futuro, de dicho porcentaje el 25% será destinado a áreas deportivas” .,en el peor de los casos siquiera cuentan con árboles, y ante un ayuntamiento que se ha hecho de la vista gorda y ha sido permisivo y cómplice de esto, pues entonces creo que Higüey tiene motivos para preocuparse.
En cualquier y eventual escenario, una de las estrategias a implementar pudiera consistir en involucrar a la comunidad en todo el ciclo del proyecto, desde la elaboración de un diagnóstico participativo, hasta el diseño mismo de la intervención, que permita a los usuarios forjar una real conciencia y respeto por el espacio a usar. Iniciativa que bien pudiera facilitar el uso de los recursos contemplados en la ley 176-07 ( Sobre Ayuntamientos ). En su artículo 21 sobre el destino de los fondos, literal (d), que ordena disponer de un 4% dedicado a programas educativos, de género y salud.
Arq. Jonathan Cirio Valdéz
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